El motivo es que el ayuntamiento a "decidido" cobrar la entrada al viejo pueblo, una manera más de aislar este bonito lugar a los miles de turistas que lo visitan año trás año.
Este ánimo de lucro total por parte del ayuntamiento nos obliga a no visitarlo en un futuro ya que los precios impuestos no son nada respetables ascendiendo a cifras como los 100€ por investigar durante una noche.
Por ello aprovechamos el último día de acceso abierto al mísmo para dar un paseo por el lugar acompañados por Ángel Briongos quien nos contará un poco la historia del viejo pueblo mientras nos acercamos a la iglesia de San Martín de Tours para realizar unas psicofonías.